Entendiendo la metodología SOLVE.

Ciudad de Mexico, 26 de mayo 2020.

En los últimos años en todo el mundo y en México particularmente a partir de la entrada en vigor de la “NOM-035-STPS-2018 Factores de riesgo psicosocial en el trabajo-Identificación, análisis y prevención” emitida por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, se ha venido estudiando la importancia de los factores psicosociales que enfrentan los trabajadores en sus centros de trabajo.

Debido a los fenómenos de la globalización en la producción  de artículos, bienes y servicios que incorporan cada vez mayor uso de tecnologías, procesos automatizados, uso de robots y una creciente exigencia de calidad y rapidez por parte de los clientes; los trabajadores de las industrias y las personas que laboran en las oficinas, están sometidas a un permanente y continuo nivel de exigencia para entregar resultados, esto crea un estrés laboral y de ambiente de trabajo tóxico que desencadenan problemas de organización, de relaciones y de abuso de autoridad.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT), ha realizado en los últimos años, estudios diversos que ponen en la lupa el análisis de los factores de riesgo psicosocial en los centros de trabajo y cómo alteran la salud de los trabajadores y de la empresa. Se considera que el estrés es el principal factor desencadenante de enfermedades físicas, emocionales y sociales hoy en día.  El estrés es detonante del cansancio físico o agotamiento, y en caso extremo llamado burn-out  y a su vez producen en algunos casos  acoso psicológico (mobbing).

Algunos estudios realizados por la OIT señalan que una forma innovadora de abordar el problema es cambiar la óptica de la atención, en lugar de abordar el problema una vez que ya existe, es mejor prevenir su aparición; de tal forma que el enfoque recomendado es impulsar una política de salud preventiva en los centros de trabajo.

Impulsar la promoción de la salud en el trabajo, incide de manera inmediata en la disminución de ausencias por enfermedad, reduce los costos de tratamientos médicos y fortalece la relación empresa- empleado.  De igual modo, la promoción de la salud, reduce la presión sobre los sistemas de salud de los países, promueve el bienestar físico y emocional de los trabajadores dentro de sus organizaciones y fomenta una mejor relación con sus familias.

A fin de orientar la adopción de acciones de promoción de la salud laboral, la OIT ha creado una metodología denominado SOLVE: integrando la promoción de la salud  a las políticas de SST en el lugar de trabajo (con experiencia internacional), que se orienta a la creación de políticas de seguridad y salud en el trabajo, con una visión integral que incorpora la gestión de la promoción de la salud en el lugar de trabajo, en el modelo se integran los factores desencadenantes (el estrés y el estrés económico), los factores de riesgo (uso de alcohol y drogas, violencia, tabaco, VIH-SIDA), y los factores de promoción de la salud (nutrición, actividad física, sueño saludable).

No debemos olvidar que resulta tan importante la promoción de la salud en el trabajo, en virtud de tener el potencial para mejorar la vida laboral y por ende, ser un componente vital que contribuye positivamente en la productividad de la empresa.  Es un binomio indivisible.

Debido a que la mayoría de las personas pasan la mitad de su tiempo en los centros de trabajo, se ha pensado que ahí está el problema y la solución. Siendo la empresa y su dinámica propia, los factores desencadenantes de problemas de estrés, violencia, abuso en el consumo de alcohol y drogas, las relaciones sexuales no protegidas y la posibilidad de contraer el VIH y su consecuencia el SIDA, así como el consumo de tabaco; también desde la propia empresa se puede y debe promover un ambiente de trabajo sano y libre de violencia.

El modelo SOLVE, tiene las siguientes características:

– El enfoque en las personas, ya que son el factor más importante de la empresa, por lo que su salud física y emocional es un prerrequisito para la productividad y eficacia de las mismas.

– Es un modelo preventivo, que se adelanta a la aparición de problemas, evitando mayores costos y consecuencias de salud en los trabajadores.

– Incorpora la dimensión de género, ya que estudia de forma diferenciada las afectaciones que sufren hombres y mujeres, a partir de su propia naturaleza y condición.

– Está orientada a resultados, ya que la aplicación de las medidas de promoción de la salud en los centros de trabajo, son verificables y medibles en términos de costos por ausencias, costos directos en pago de incapacidades y ahorro en pago de primas por riesgos de trabajo.

– Es adaptable, ya que se trata de un modelo sistémico que se ajusta al tamaño y tipo de empresa, ya que son directrices y recomendaciones genéricas que se pueden ajustar a cada una.

– Es autosustentable, ya que la promoción de la salud en los centros de trabajo, disminuye los costos por enfermedad, incapacidades y sustitución de empleados que sufren enfermedades físicas y mentales, lo que permite la continuidad de las operaciones de la empresa y da mayor estabilidad a la planta laboral y mayor identificación y lealtad hacia la empresa.

En nuestro país, acabamos de adoptar el enfoque de la prevención y promoción de la salud psicosocial, que desde hace varias décadas ya se aplica en otros países principalmente más desarrollados.

El instrumento que adoptó el gobierno mexicano, fue la Norma Oficial Mexicana antes mencionada que hace obligatorio la adopción de acciones de diagnóstico de los factores de riesgo psicosocial en las organizaciones, mediante un cuestionario que busca saber si los trabajadores están o han estado expuestos a factores que pueden alterar su salud emocional. De este diagnóstico se desprenden acciones inmediatas, como la canalización de personas a centros de salud para tratamientos psicológicos por eventos traumáticos severos que pueden dejar secuelas. Posteriormente, en la segunda fase, se evalúan los factores de riesgo psicosocial y las condiciones del ambiente laboral y de relaciones entre los trabajadores y sus autoridades (de acuerdo al número de trabajadores), para identificar riesgos latentes de violencia, acoso y estrés laboral, para crear una serie de políticas y acciones que prevengan y atiendan la problemática. Una tercera fase, consiste en establecer un programa de medidas para su atención, así como acciones de control (con base en los resultados obtenidos de la aplicación de las guías de referencia), en donde SOLVE contribuye en el establecimiento de acciones en el centro de trabajo, para crear una cultura favorable a la salud física y emocional de los empleados y su mejora continua.

Nosotros pensamos que ver la “NOM-035-STPS-2018 Factores de riesgo psicosocial en el trabajo-Identificación, análisis y prevención”, como un instrumento coercitivo, que obliga a la empresa actuar en beneficio de la salud psicosocial de sus trabajadores, es un enfoque  muy limitado, ya que la adopción de estas recomendaciones mejora en todos los ámbitos la salud física, emocional y social de los trabajadores y, en consecuencia, la salud de la empresa. Es un modelo que busca ganar-ganar en este binomio indivisible, y que, finalmente, solo pretende el bienestar los trabajadores y la continuidad y crecimiento de la empresa.

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